¿Tus padres fueron cariñosos? Cómo influye el apoyo emocional en tu vida

Recientemente, ha resurgido el interés por explorar cómo el apoyo emocional en la infancia influye en las creencias básicas sobre el mundo, conocidas como «primals», que actúan como esquemas mentales. Este artículo revisa la evidencia científica reciente sobre la calidez parental y su relación con las creencias positivas en la adultez.

El estudio sobre crianza y creencias del mundo

crianza

Un estudio longitudinal, publicado en «Child Development» el pasado abril, investigó los orígenes de las creencias fundamentales sobre el mundo en adultos jóvenes. Este estudio siguió durante 14 años a niños y sus familias en ocho países, incluyendo Colombia, Italia y Estados Unidos, entre otros. La muestra incluyó 1,215 participantes evaluados desde los 8 hasta los 22 años. Se recopilaron datos sobre calidez parental, disciplina severa, control psicológico y promoción de autonomía, entre otros factores.

Los resultados muestran que la calidez parental es el único predictor significativo de creencias positivas sobre el mundo.(Lansford et al., 2025).

Jennifer E. Lansford, una de las autoras del estudio, cuenta en una entrevista a Psypost “Encontramos que la calidez parental se relacionaba, años después, con la creencia de los adultos jóvenes de que el mundo es un lugar seguro (en lugar de peligroso) y atractivo (en lugar de aburrido).”

En otras palabras, crecer en un barrio violento no se asoció con creer que el mundo es más peligroso en la adultez. Del mismo modo, experimentar pobreza económica no determinó que la persona adulta viese el mundo como “escaso” o injusto. Estos hallazgos ponen en entredicho la noción de que la adversidad durante la niñez se traduce directamente en una cosmovisión pesimista generalizada (Clifton, 2020)

Consistencia con teorías existentes

Estos resultados son consistentes con teorías clásicas como la teoría del apego de John Bowlby y Mary Ainsworth, que postulan que los cuidados sensibles y afectuosos desarrollan modelos internos seguros.

De manera similar, Erik Erikson planteó que la primera tarea psicosocial del ser humano en la infancia es resolver la crisis de confianza básica vs. desconfianza. Si las necesidades emocionales del bebé son satisfechas con consistencia y amor, el niño adquiere confianza básica, es decir, la convicción de que el mundo es un lugar seguro y confiable; si no, desarrolla desconfianza.

Herramientas prácticas para padres y madres

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La implicación práctica es clara en este caso: Proporcionar un hogar lleno de calidez, amor y apoyo emocional marca una diferencia en el desarrollo a largo plazo de los hijos.

El estudio ofrece una lección importante para quienes, con buenas intenciones, recurren a la sobreprotección ansiosa o a enfatizar los peligros. Muchos padres en entornos de alto riesgo inculcan en sus hijos la idea de que “el mundo es peligroso”, buscando prepararlos para enfrentar amenazas.

Sin embargo la creencia persistente de que el mundo es peligroso se ha vinculado con peores resultados de salud mental en la adultez, incluyendo más síntomas depresivos y menor satisfacción con la vida.

Conclusión

Estos resultados invitan a una mayor responsabilidad. Cada interacción diaria cuenta (una palabra de aliento, un abrazo en un momento de tristeza, la paciencia ante una pataleta). No se trata de sobrecargar a los padres con culpa o presión, sino de empoderarnos: Lo que hacemos día a día importa, y tendrá eco en futuras generaciones.

Es decir, ser un padre/madre responsable no se limita a proveer alimento o educación, sino que incluye cultivar un clima emocional positivo donde el niño se sienta querido. Este sentimiento de seguridad básica podría ser uno de los mejores regalos a largo plazo.

Esto no significa ignorar los riesgos reales. Por ejemplo, en lugar de infundir miedo (“el mundo está lleno de gente mala, te pasará algo si sales”), un padre cálido podría explicar los cuidados con un tono positivo y de apoyo (“hay que ser precavidos, pero confío en que podrás manejar las situaciones; siempre estaremos para ayudarte”). Así, el niño aprende sobre los peligros sin internalizar que el mundo en general es un lugar hostil.

Referencias

Bowlby, J. (1979). The bowlby-ainsworth attachment theory. Behavioral and brain sciences, 2(4), 637-638.

Clifton, J. D. (2020). Testing if primal world beliefs reflect experiences—or at least some experiences identified ad hoc. Frontiers in Psychology, 11, 1145.

Erikson, E. H. (1963). Childhood and society (Vol. 2). New York: Norton.

Lansford, J. E., et al. (2025). Predictors of Young Adults’ Primal World Beliefs in Eight Countries. Child Development. https://srcd.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/cdev.14233

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David Carcedo
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