¡Hola! Voy a aprovechar este blog para presentar mi historia. No me creo especial pero para mi es importante compartirla, porque este es el origen de mi vocación como Psicólogo.
A los 18 años, comencé a experimentar fuertes dolores en la cadera que afectaron mi calidad de vida. Después de 2 años, los médicos finalmente diagnosticaron mi afección como espondilitis anquilosante: una enfermedad reumática crónica, degenerativa e incurable. El reumatólogo literalmente me dijo que no había mucho que pudiera hacer, aparte de tomar medicamentos para el dolor.
Pero, en lugar de resignarme a una vida de dolor y limitaciones, decidí tomar medidas para mejorar mi situación. Comencé a comer de manera más saludable, incorporé el ejercicio regularmente en mi rutina diaria, y trabajé en mi autoestima y relaciones.
A pesar de que algunos médicos me decían que estas mejoras no tendrían ningún impacto en mi enfermedad, continué haciendo cambios positivos en mi estilo de vida. Con el tiempo, logré remitir la enfermedad. Hoy, con 34 años, disfruto de una mejor salud que cuando tenía 18 y puedo hacer cosas que antes eran imposibles para mí, como correr sprints detrás de mis hijos o levantar cargas pesadas (muy útil para llevar la compra).
Todo el mundo sabe que la alimentación y el ejercicio son piezas importantes de la salud, pero el papel de la salud mental es un componente infravalorado en la recuperación de enfermedades autoinmunitarias. Está demostrado que, la depresión, la ansiedad y el estrés pueden empeorar los síntomas físicos. Por eso, es importante trabajar en tu bienestar mental y emocional tanto como en tu salud física.
Como profesional de la salud mental, puedo ayudarte a encontrar estrategias para mejorar tu salud emocional y física. Si estás buscando mejorar tu calidad de vida y enfrentar tus desafíos de salud, te invito a conocerme mejor y ponerte en contacto conmigo. Juntos, podemos encontrar soluciones efectivas para mejorar tu bienestar.
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